GUERRA POR EL AGUA: REALIDAD MUY CERCANA
- Mercado del Trueque
- 9 feb 2024
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Existe una tesis de la "guerra por el agua" el cual sugiere que la creciente escasez de este recurso generará conflictos violentos a medida que su disponibilidad se reduzca para ciertas comunidades.
Por ese motivo, muchos expertos ven con preocupación la disminución de los suministros de agua, producto del actual cambio climático, la destrucción de los bosques, la contaminación y el crecimiento de la población, lo que pone en aumento las tensiones en zonas críticas.
ESCASEZ QUE PROVOCARÁ LUCHAS
Antes se creía que el petróleo sería motivo de una tercera guerra mundial, como en otros conflictos por el oro negro. Pero, ante el cambio de los combustibles fósiles a las energías renovables, el petróleo pasó a un segundo plano. La escasez del líquido elemento a tomado protagonismo en las últimas décadas, asimismo el agua ha sido objeto de un eterno debate sobre si debe ser un bien de lujo o un bien social accesible para todos. Su volatilidad como fuente de conflictos podría ser mayor que la que tuvo el petróleo en su época de más alta importancia.

CONFLICTOS ENTRE MÉXICO Y EE.UU.
Actualmente ya existe un conflicto entre ambas naciones por la accesibilidad del agua del río Bravo y el río Colorado, justo en los límites de los mencionados países. Han ocurrido protestas de caracter violento, enfrentando a productores agrícolas mexicanos con guardias fronterizos de los EEUU, llegando a ocasionar víctimas mortales.

AMENAZAS EN ORIENTE.
Se advierte el desplazamiento masivo de 1.200 millones de personas en todo el mundo para el 2050. Asimismo se calcula que 1.000 millones de personas viven en países que probablemente no se adapten a los nuevos desafíos en las próximas 3 décadas, en especial en países del Oriente Próximo.
Se sabe que 2.600 millones de personas en el mundo sufren estrés hídrico en la actualidad, una cifra que se prevé aumente a 5.400 millones de personas para el 2040. Los países más afectados serían Líbano, Singapur, Israel e Irak.
EN SUDAMERICA.
La amenaza en la región sudamericana se puede dar en la zona limítrofe de Perú y Ecuador, debido a que ya existen conflictos por el acceso del agua, debido al crecimiento de la población, el cambio climático y el uso de grandes cantidades de agua para el uso industrial, principalmente en la minería.
Asimismo entre Bolivia y Chile existe un enfrentamiento por la gestión de las aguas de Silala que data de 1908. Este sistema hídrico está ubicado en la zona del altiplano andino entre ambos países y es el centro de una disputa entre los gobiernos respecto a su denominación, naturaleza, curso y uso.
Todo esto crea un clima de amenaza ecológica y con el cambio climático actual plantea serios desafíos para la paz global.
EL CALENTAMIENTO GLOBAL, EL GRAN CULPABLE.
El calentamiento global está amenazando el suministro de agua de 3.200 millones de personas en todo el mundo.
La circulación de agua de lluvia que generan los glaciares proporciona agua potable a decenas de millones de personas. Pero una pérdida récord de masa glaciar está provocando una mayor escasez de agua. De seguir así, el número de personas que viven en lugares con agua insuficiente se disparará casi un 60% en los próximos 30 años.
GUERRAS: CAUSA Y EFECTO DE LA ESCASEZ HÍDIRCA.
Pero la guerra no solo sería consecuencia de la escasez de agua, sino que esta puede causar desabastecimiento del líquido elemento, ya que en los lugares que experimentan conflictos violentos, la inseguridad hídrica se agrava por la destrucción de infraestructura y la interrupción de servicios vitales. Esta situación provocaría muertes masivas de niños menores de 15 años debido a enfermedades causadas por la falta de agua potable y saneamiento.
¿DÓNDE OCURRIRÍAN ESTAS GUERRAS?
Según cálculos, investigadores identificaron "puntos calientes" en el planeta, lugares correspondientes a varios países que comparten una fuente de agua en común, como un lago o una cuenca.
Salen a relucir aquí las fuentes de agua como el Nilo en África, el Gages-Brahmaputra en la India, el río Indo en Asia, los ríos Tigris-Eúfrates también en Asia, y Colorado en Norteamérica. En Sudamérica tenemos al río Amazonas, Orinoco y Río de la Plata.
¿ALGO PODEMOS HACER?
Aunque esto es una posibilidad quizá lejana, no debemos quedarnos con las manos cruzadas y dejar de tomar medidas al respecto.

Debemos cuidar el agua mas que nunca, puesto que no sabemos cuando escaseará. Cerrar las llaves cuando no estemos usando el agua es una solución sencilla que podemos aplicar en nuestros hábitos. Revisar las conexiones y tuberías para descartar fugas. En la ducha, abrir la regadera cuando es necesario, y evitar dejar correr el agua mientras nos enjabonamos. Asimismo preferir regar de noche para evitar el agua se desperdicie por la evaporación, lavar los platos usando un recipiente distinto para el lavado y el enjuague, usar la lavadora con carga completa, etc.
Por otro lado, siempre buscar qué reducir el calentamiento global disminuyendo nuestra huella de carbono.
La solución está en nuestras manos, como siempre, y debemos actuar ya. La era del calentamiento esta llegando con grandes desafíos para todos nosotros, es hora de cooperar y ponerse metas propias. Basta de discursos vacíos.
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