top of page

COP30: Avances importantes

  • Foto del escritor: Mercado del Trueque
    Mercado del Trueque
  • 12 nov
  • 3 Min. de lectura

La conferencia de las partes sobre cambio climático – COP30 – se celebra entre el 10 y 21 de noviembre de 2025 en Belém (Brasil), en la cuenca amazónica, lo que ya le da un carácter simbólico.


Aquí algunos de los avances más relevantes hasta el momento:


Informe “Estado del clima” de la World Meteorological Organization (WMO) señala que los últimos once años (2015-2025) serían los más cálidos registrados y que las concentraciones de gases de efecto invernadero, el contenido de calor oceánico, el deshielo de glaciares y los niveles del mar siguen un rumbo preocupante.


El año 2025 promete ser otro récord en temperatura media global: el informe señala un aumento de +1.42 °C ± 0.12 desde la era preindustrial para enero-agosto.


Según la United Nations Environment Programme (UNEP), COP30 tiene seis grandes temas que dominarán las negociaciones: (1) cómo evitar un calentamiento incontrolado, (2) protección de comunidades vulnerables, (3) convertir promesas de financiación en flujos reales, (4) soluciones innovadoras frente a la crisis, (5) la protección de bosques, naturaleza y biodiversidad, (6) una transición justa que incluya al Sur global.


En los primeros días de reuniones y debates hay avances en temas que la COP 30 trae en agenda.
En los primeros días de reuniones y debates hay avances en temas que la COP 30 trae en agenda.

Según el portal oficial de COP30 se liberó la “Yearbook of Global Climate Action 2025”, que muestra que el “Agenda de acción global del clima” ha madurado de ser una plataforma de movilización a un instrumento de implementación: por ejemplo, el 95 % de los países ya involucran ciudades, empresas y sociedad civil en sus planes climáticos nacionales.


Brasil, como país anfitrión, presenta la iniciativa del Tropical Forest Forever Facility (TFFF), mecanismo de financiación mixta por unos US$125 000 millones para conservar bosques tropicales a partir de 2026, y que busca consolidarse en COP30.


En resumen: aunque los números siguen siendo muy preocupantes (calentamiento, gases, impactos), hay avances institucionales y de diseño: nuevos instrumentos, mayor inclusión de actores no estatales, y foco en bosques y naturaleza.


El fracaso de Ginebra y su conexión


En paralelo, es importante mirar a otra negociación internacional que demuestra lo difícil que es generar consenso global: la sesión de negociaciones celebrada en Ginebra (Suiza) sobre contaminación plástica global — y que resultó en fracaso.


En agosto de 2025, delegados de cerca de 184 países se reunieron con la expectativa de alcanzar un tratado vinculante para frenar la contaminación plástica (producción, aditivos químicos, plásticos micro, etc.).


Sin embargo, no lograron acuerdo: falta de consenso sobre límites a la producción de plásticos, diferencias entre países productores de petróleo/químicos y países en desarrollo, y el bloqueo del mecanismo de decisión por unanimidad o amplias mayorías.


El fracaso de Ginebra sirve como recordatorio de que incluso cuando la urgencia es clara, los intereses divergentes y la falta de voluntad política pueden paralizar procesos multilaterales.


La relación entre este fracaso y COP30 es doble: por un lado, refuerza la necesidad de que en COP30 se logren avances concretos (financiamiento, mecanismos de bosques, adaptación) porque otros procesos globales se están estancando. Por otro lado, pone alerta: si COP30 no capitaliza esta urgencia para avanzar en cumplimiento, podría ser otra ocasión en que la ambición se quede en promesas sin acción.


Reflexión final y llamado a la acción


Estamos en un momento crucial: las evidencias científicas —temperaturas récord, gases de efecto invernadero al alza, glaciares desapareciendo— nos dicen que el tiempo para actuar se reduce. COP30 muestra que sí se puede avanzar: nuevas estructuras, más participación, instrumentos financieros en gestación. Pero también nos recuerda el peligro del estancamiento —como el registrado en Ginebra— cuando el consenso global se rompe o los compromisos no se traducen en implementación.


¿Qué hacer entonces ?


Como ciudadanos: informarnos, exigir transparencia en los compromisos de nuestros gobiernos, optar por comportamientos que reduzcan emisiones (transporte, consumo, energía).


Como sociedad civil y organizaciones: vigilar que los instrumentos de financiación, las metas de adaptación, los planes de conservación de bosques se concreten.


Como país (en el contexto de Perú, Latinoamérica y el Sur global): proponer posiciones que integren justicia climática, reconocimiento de pueblos indígenas, financiación adecuada, y aprovechar mecanismos como TFFF para nuestra región.


No esperemos que otros actúen por nosotros. Hoy, quizá más que nunca, cada acción cuenta. Empresas, gobiernos, comunidades y personas tenemos una parte que desempeñar. Hagamos que COP30 sea la COP en la que la ambición se convierta en compromiso real, y el compromiso en acción visible —por nuestra Amazonía, por nuestras comunidades, por el futuro del planeta.

 
 
 

Comentarios


  • Instagram
  • Facebook
bottom of page