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Día de la Gestión Integral de Residuos Sólidos: Una tarea pendiente en el Perú

  • Foto del escritor: Mercado del Trueque
    Mercado del Trueque
  • 22 sept
  • 2 Min. de lectura

Cada tercer sábado de septiembre se conmemora el Día de la Gestión Integral de Residuos Sólidos, una fecha clave para reflexionar sobre cómo manejamos los desechos que producimos a diario y cuál es el impacto que estos generan en nuestro entorno. La gestión integral no solo implica recojo y disposición final, sino también la reducción en la fuente, la valorización y el reaprovechamiento de materiales dentro de un modelo de economía circular.


Objetivos y alcances de la gestión integral


El principal objetivo es garantizar que los residuos sean tratados de forma segura y sostenible, minimizando la contaminación ambiental y protegiendo la salud pública. Para lograrlo, se promueven estrategias como:


Segregación en la fuente: separar lo aprovechable (plástico, papel, vidrio, metales) de lo no aprovechable.


Reuso y reciclaje: extender la vida útil de los materiales, reduciendo la presión sobre los recursos naturales.


Responsabilidad compartida: gobiernos, empresas y ciudadanos deben cumplir roles complementarios para lograr un manejo adecuado.



A nivel global, se busca además reducir la generación de microplásticos y avanzar hacia la prohibición de plásticos de un solo uso, alineados a compromisos ambientales internacionales.


La realidad en el Perú


En nuestro país, los avances aún son limitados:


Según cifras oficiales, solo un 15% de los residuos sólidos municipales son reaprovechados; el resto termina en rellenos sanitarios o, peor aún, en botaderos informales.


Las playas, ríos y espacios públicos se ven contaminados por botellas, bolsas y pilas mal dispuestas.


Aunque existen normas como la Ley N.° 30884 sobre plásticos de un solo uso, su aplicación es todavía débil, principalmente por falta de fiscalización y educación ambiental.



Esto evidencia la urgencia de fortalecer campañas educativas, mejorar la infraestructura de reciclaje y fomentar políticas públicas que aseguren una gestión más eficiente.


El fracaso en Ginebra: una alerta mundial


Durante 2025, en Ginebra se intentó firmar un tratado global contra la contaminación plástica. Sin embargo, las negociaciones fracasaron por intereses económicos y políticos, lo que retrasa la posibilidad de tener un acuerdo vinculante que obligue a los países a reducir de manera efectiva la producción y consumo de plásticos.


Este fracaso es una llamada de atención: mientras no existan consensos internacionales, los países deberán redoblar esfuerzos locales para evitar que el problema se agrave. El Perú no puede esperar decisiones externas; necesita consolidar su propio modelo de gestión integral.


Reflexión y llamado a la acción


La gestión de residuos sólidos es un reto que nos involucra a todos. No basta con tener leyes o campañas aisladas: se requiere cambiar hábitos de consumo, practicar la segregación en casa, apoyar iniciativas de reciclaje y exigir a las autoridades un mejor manejo de los recursos públicos.


El fracaso en Ginebra no debe ser visto como un obstáculo, sino como un recordatorio de que los cambios comienzan desde lo local. Cada botella reciclada, cada pila dispuesta correctamente y cada acto responsable contribuye a un futuro más limpio.


👉 La acción está en nuestras manos. El planeta no puede esperar.

 
 
 

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